Un logotipo o logo es un elemento gráfico que identifica a una persona, empresa, institución o producto. Los logotipos suelen incluir símbolos, normalmente lingüísticos, claramente asociados a quienes representan. Se utiliza para lograr la adecuada comunicación del mensaje y la interpretación por parte del espectador.
Para que un logotipo resulte congruente y exitoso, debe ser conforme al principio fundamental del diseño donde «menos es más».
Dicha simplicidad permite que sea:
- Legible – hasta el tamaño más pequeño.
- Escalable – a cualquier tamaño requerido.
- Reproducible – sin restricciones materiales.
- Distinguible – tanto en positivo como en negativo.
- Memorable – que impacte y no se olvide.
Las marcas construidas exclusivamente con letras llegan a tener tanta fuerza o más que aquellas que, si bien cuentan con un icono gráfico, requieren la asociación del texto para posicionarse desde el inicio; tal es el caso, por ejemplo, de las marcas de automóviles.
Posteriormente, la imagen queda intrínsecamente asociada al sonido del nombre de la marca original.
Un logotipo se diferencia por:
1- La funcionalidad: esta radica en su capacidad para comunicar el mensaje que se
requiere, y para el logro de esto se requiere del uso de colores y formas que contribuyan a
que el espectador final lo interprete.
2- Un logotipo requiere del apropiado uso de la semiótica como herramienta para lograr la adecuada comunicación del mensaje y la interpretación por parte del espectador más
cercano a este mensaje. Es decir, el logotipo al momento de representar una entidad o grupo de personas, lo más apropiado es que mantenga congruencia semiótica entre lo que se entiende y lo que realmente busca representar.
El logotipo es lo que generalmente se denomina la marca escrita, sin considerar un posible eslogan que vaya aplicado junto con la marca. La palabra logotipo hace referencia a aquello que «conoce al tipo». Es la palabra escrita que permite «conocer» el elemento que está siendo comunicado.
Isotipo
La palabra isotipo hace referencia a aquello que es «igual al tipo». Se refiere a la
parte, generalmente icónica o más reconocible de la disposición espacial en diseño de una
marca, ya sea corporativa, institucional o personal. Es el elemento constitutivo de un diseño de identidad que connota la mayor jerarquía dentro de un proyecto y que a su vez delinea el mapa connotativo para el diseño del logotipo. Es el elemento fundamental de un proyecto de diseño de identidad y debe comunicar efectivamente las connotaciones del proyecto.